lunes, 30 de mayo de 2011

SE FUE EL SEMBRADOR

Cuando me llamó May, con la voz entrecortada por el llanto, no quería creérmelo. Cecilio Arcas, nuestro Ceci, se ha muerto. Solo pude aguantar en mi casa unos minutos; tras hacer algunas llamadas que me confirmaron lo que no queria creer, sali a la calle. En seguida acudi al tanatorio, donde ya estaban algunos de los amigos de siempre. Desde ese momento y hasta que al dia siguiente le dijimos adios, cada encuentro entre todos fue un pésame mutuo, como si todos y cada uno de sus amigos fuesemos sus hermanos. Y es que Cecilio tenia dos familias. La de su propia sangre, corta pero extraordinaria. Y otra mucho mas extensa: la multitud de amigos que fue atesorando a lo largo de su vida. Siempre dispuesto a echar una mano, no ya en el mundo cofrade, del que ha sido el mas grande de la historia cofrade motrileña, sino en el plano meramente personal, Cecilio se volcó hacia sus amigos. Quizás los que no le conocieron profundamente se quedaran con su faceta mas pública, la cofrade. Pero Cecilio Arcas contribuyó de manera decisiva a multitud de proyectos culturales en su ciudad. Desde la Cabalgata de Reyes hasta los inicios del recuperado Carnaval, pasando por las fiestas de las Cruces de Mayo. Y en todas esas manifestaciones dejó la impronta de su buen hacer, de su trabajo desinteresado en beneficio de lo que mas queria: su Motril. Realmente fue el sembrador de la parábola. Sembró amistad entre los que le acompañamos. Sembró docenas de proyectos cofrades, tantos que sin él la Semana Santa motrileña que hoy tenemos no seria la misma. Sembró en tierra fértil, desde luego, pero es que también se ocupó de regar con el agua de su dedicación entusiasta y el abono del cariño que depositaba en las personas. Se fue mi mejor amigo y sé que descansa en paz.