viernes, 11 de diciembre de 2009

EL CARNAVAL DE LOS RATONES

Editorial del Programa A golpe de Llamador de Onda Cero Motril del dia 11de diciembre de 2009


Siempre ha habido ratones. Ratones coloraos, ratones de despensa, ratones de campo…. Es una especie simpática que es objeto de cuentos infantiles. Pero esos son los ratones de cuatro patas. Bien distintos son los bípedos ratoniles. Variedad casi tan abundante como los primos del ratón Pérez, aunque nada simpática y por mas dañina y cobardica. Estos roedores habitan bajo tierra, ocultos a la vista, excavando los cimientos por el simple placer ( dudoso placer ) de minar construcciones solidas.
Estos tiempos modernos son incluso más propicios a la expansión de esta especie. Los adelantos tecnológicos favorecen la construcción de cavernas y cuando salen a la superficie siempre lo hacen enmascarados. Regurgitando las miasmas de su festín subterráneo e intentando salpicar con ellas a diestro y siniestro.
Y es que las mascaras solo las entiendo en Carnaval, y las caras tapadas solo las concibo nobles como manifestación de penitencia en nuestras procesiones.
Retomamos hoy los editoriales en este A golpe de Llamador. Y como un editorial es esencialmente la expresión de una línea de actuación, de un ideal de conducta, he de decir en éste que quien busque en estos comentarios la critica fácil, la información tendenciosa y sin contrastar, el amarillismo, no ha sido ni será nunca este su programa de Semana Santa. En esta etapa el programa continua dirigido por José Santiago, quien tras mas de dos lustros de constancia y entusiasmo, y altruistamente, no se olvide, convoca al programa a una periodista con mayúsculas, forjada en muchos años de profesión, con un estilo propio, y una personalidad arrolladora y elegante siempre como es Mari Ángeles Esteban, quien tras dejar su actividad laboral, y se que para matar ese gusanillo doble, entre lo cofrade y lo radiofónico, aporta al programa su experiencia y también su motrileñismo, del que hace años esta falta nuestra Semana Santa. En cuanto a quien hoy les habla desde el editorial, fui convocado la pasada temporada por José Santiago por viejo entre comillas, después de treinta años de vivencias cofrades, fundaciones, ferias, cruces, varales, campanillas, pipotes, y juntas de gobierno, a lo mejor se me ha quedado algo en claro de este mundo y unido a mi pasión por este medio, con buena voluntad he intentado e intento aportar mi personal visión de las cosas.
Estas pues, son las mimbres con las que pretendemos entre todos tejer un palquillo sobre la Semana Santa motrileña. Sin mas ánimo que ayudar a crecer una manifestación de religiosidad popular, y sin perder jamás de vista que los que se digan cofrades lo primero que han de tener en cuenta es la fraternidad cristiana, que ha de manifestarse sin caretas y con gallardía, al contrario de la forma de vivir de los ratones bípedos.

martes, 29 de septiembre de 2009

DEMASIADO TARDE




Hace unos cuantos dias mi amiga Mavi me abordó en el nuestro lugar de trabajo y me dijo que unas fechas antes la Hermana Mayor de la Hermandad de Pasión le habia entregado la Imagen de Nuestra Señora de la Amargura. Hasta ahí el hecho. Durante la pasada Semana Santa publique un comentario acerca de los problemas que venia teniendo la Hermandad de Pasión y, que a la postre la llevaron a no efectuar su salida procesional y que si no lo remedia alguien la abocará a su desaparición. ¿Que ha ocurrido para llegar a esto? ¿ Cuales son las razones o sinrazones de tan triste situación ? Desconozco los pormenores del enfrentamiento personal entre los que fueron integrantes de la Hermandad. Lo desconozco si, pero puedo aventurar, sin riesgo de equivocarme, que todos ellos han tenido como rémora, como lastre insalvable, la falta de caridad entre sus hermanos. Ese Maestro , de cuya primorosa Imagen presumen (presumimos) con tanta razón sus hermanos, ese Maestro digo, parece que no se le haya hecho mucho caso en sus consejos. ¿ Cuanto perdón se ha regalado en esas disputas? ¿ Cuanta caridad se ha ofrecido ? Parece que insuficiente. Esa es a mi modesto parecer la causa de que ahora lamenten (lamentemos) la casi segura desaparicion, Dios quiera que me equivoque, de una de nuestras Hermandades. Pero quiero dar a conocer para quien lo desconozca el porqué de que la Imagen de la amargura haya ido a parar a manos de la familia del autor. Dicha Imagen, propiedad siempre de los hermanos Ruiz, fue cedida por estos a la Hermandad de Pasión mediante un documento, y dicho documetno contenia una condición fundamental para la situación actual. La Imagen estaria en posesión de la Hermandad indefinidamente siempre y cuando fuera procesionada ( cosa que como sabemos este año no ha ocurrido) y aun más importante, que la Hermandad reuniera las condiciones necesarias para su custodia y conservación. Es obvio que la Hermandad, en las actuales circunstancias no reune ni humana ni materialmente, la seguridad y la vida cofrade minimas para la atención de la Sagrada Imagen, y consciente de ello, su hermana mayor, en un gesto que le honra, puso en manos de la familia propietaria de la talla a la siempre motrileña Virgen de la Amargura. Me consta que esta familia la han acogido con mucha tristeza porque su deseo, su sueño, es que la única obra de su hermano tan prontamente desaparecido, sea venerada por todo Motril y que rezan para que las condiciones actuales de la Hermandad cambien y pueda ser posible reintegrarla a su seno. Pero es obvio que el actual statu quo hace inviable eso. Por otra parte no podemos olvidarnos de la Imagen del Señor de Pasión, y en esto voy a citar a mi amiga Mari Angeles cuando se lamenta de que la considerada mejor talla religiosa andaluza del siglo XX se vea postergada al ostracismo, recluida en su templo de Puntalón. ¿ No habrá entre tantas personas que el pasado Jueves Santo lloraron la ausencia de los Titulares en las calles de Motril, ni un pequeño grupo de ellos que retomen con sentido cristiano, y con sentido común el estandarte de la Hermandad de Pasión? Ojalá que todo se quede en un mal sueño. Pero me temo que es demasiado tarde para despertar.

miércoles, 20 de mayo de 2009

lomo en adobo

Ingredientes:
3 kilos de lomo de cerdo hecho trozos grandes
4 – 8 ñoras o pimientos rojos pasados por agua caliente.
1 cabezas de ajos
Un puñado de orégano
Pimienta molida en cantidad suficiente (al gusto)
Aceite para sofreír la carne (abundante)
1 vaso de vino blanco bueno (montilla o jerez)
Litro de vino blanco común
1 puñado de ajonjolí
1 puñado de matalauva
1 rama de canela troceada
Sal
MODO DE PREPARACION
En un lebrillo grande se pone a marinar la carne durante dos o tres días con el vino el orégano la pimienta, las ñoras y los ajos molidos en la minipimer además de hacer en una sartén el ajonjolí, la matalauva y la canela, con mucho cuidado para que no se quemen.
Después de marinada la carne, se saca del lebrillo y se fríe en abundante aceite a fuego medio.

lunes, 6 de abril de 2009

YO YA TOME PARTIDO


Todo un terremoto de criterios encontrados viene sacudiendo desde hace semanas el mundillo cofrade motrileño, a cuenta de la suspensión procesional de la Hermandad de Pasión. Versiones contradictorias se vierten en corrillos, reuniones de tapas, foros virtuales.... Pero yo, que he escuchado las razones de parte y parte, me di cuenta ayer por la tarde, mientras flotaba de felicidad contemplando a mi Señora del Rosario, que hace 23 años habia tomado partido en esta historia. Por si lo quereis saber, yo estoy de parte del Señor de Pasión. Ese que seguramente estará pensando: pero que ingenuos que son estos hijos mios, que no se dan cuenta que son hermanos. Ese que desde su forzado exilio puntalonero espera cada año,con paciencia infinita, su traslado al Cerro de la Virgen. Pero este año ni siquiera eso podrá ser. Ni siquiera podrá recibir a sus hijos en el interior del Santuario. Y me dan igual las razones o sinrazones de todos. Porque la última razón, el autentico motivo de vernos privados de la presencia del Maestro este Jueves Santo no es otro que la ausencia de un verdadero sentido fraterno de todos. Y eso,naturalmente,tendrá si cabe mas triste a Jesús de Pasión, al igual que tristes estamos los hermanos de a pie, que no sabemos mas allá de nuestro corazon cofrade. Ajenos a batallitas, corrillos, enfrentamientos personales, numeros o afrentas, hay docenas de hermanos de Pasión que lo único que entienden es que el Señor del Cerro y la Amargura no pisarán Motril y que al igual que yo, tomaron el mejor partido.

jueves, 2 de abril de 2009

CUADRILLA AMARGURA 2005


En este año me pareció oportuno recordar a estos hombres que lo pasaran mal el Jueves Santo

domingo, 29 de marzo de 2009

AMARGURA ES MOTRILEÑA


Si de tus preciosas manos

derramas Misericordia

bajando del Santuario

en cada Jueves de Gloria.


Si de tus ojos divinos

manan lágrimas de pena

rodando por las aceras

de Motril en primavera.


Si de tu boca entreabierta

escapan tristes suspiros

mirando como tu Hijo

cercano está a su martirio.


Si a tu dolor infinito

se ha unido en este Jueves

la tristeza de no estar

este año entre tus gentes.


Por eso, Reina del Cerro,

con todo mi corazón

quiero enjugar ese llanto

de la Madre de Pasión.


No tengas pena, Amargura,

aunque este Jueves no salgas

Motril entero estará

contigo en cuerpo y alma.


Y cuando caiga el Maestro

bajo el paso del madero

como un solo corazón

Metril será su Cirineo.








domingo, 15 de marzo de 2009

PREGON DE EXALTACION A LAS GLORIAS DE MARIA SANTISIMA DE LA MISERICORDIA


Sr. Hermano Mayor y Junta de Gobierno, hermanos de la Cofradía del Perdón, amigos todos.
Tiene para mi especial emoción ser presentado por Mari Ángeles, hija de este bendito barrio de la Angustias y especialísimamente unida a la advocación de Nuestro Señor del Perdón. Mari Ángeles es para mi mucho más que una amiga, más que una hermana. Desconocía hasta este momento el contenido de sus palabras, pero conociéndome como me conoce, y sintiendo el profundo afecto, que es mutuo, seguro que habrá incurrido en ensalzar en demasía a mi persona, y habrá omitido mis muchas carencias. No obstante, y conociendo su “chispa motrileña” habrá dejado caer “a lo soliquintrón” alguna pincelada cariñosa de su fino humor. Mi querida May, gracias por tu amistad, y por tus palabras.
Al manifestarme hace un par de meses la Junta de Gobierno su deseo de que fuera quien hoy os habla el pregonero de las Glorias de María Santísima de la Misericordia, no tuve duda alguna en aceptar tan honroso encargo. Y ello porque, como la mayoría conocéis, mi vinculación con esta Hermandad arranca desde un ya lejano 14 de octubre de 1984, día en que nos reunimos unos pocos amigos para emprender un camino entonces incierto y al tiempo cargado de ilusiones. Un camino que, en mi caso, se desarrolló durante nueve años formando parte de aquel grupo de personas que, con la ayuda de tantas otras, gestó e hizo grande la que, desde su origen, nació queriendo ser la Cofradía del barrio de las Angustias.
Es por ello que al recibir este encargo, acudieron a mi mente decenas de recuerdos imborrables de aquellos años. Amigos que se fueron para siempre, y no puedo dejar de aludir a nuestro entrañable Pepe Díaz, que además de figurar y ser el hermano número uno de la Cofradía, cuando lo teníamos entre nosotros fue siempre ejemplo de honradez y mediador amable en todas las pequeñas discrepancias que surgían. Tampoco puedo dejar a un lado el recuerdo a un muchacho que se nos fue un fatídico e imborrable martes y trece, Jorge Martin, que apuntaba a sus 17 años tan grandes valores que seguramente nuestro Jesús del Perdón quiso llevarlo a su lado, para desde allí, velar por los que nos quedamos. Recuerdos de tantos Lunes Santos de claveles cortados y largas noches de nervios e impaciencia. Convivencia fraterna de tantas y tantas jornadas de feria y cruces.
Pero centrémonos en la misión que hoy nos congrega aquí. El pregón de las Glorias de María Santísima de la Misericordia. ¿Como enfocar un pregón con ese titulo? Siendo María el espejo donde mirarnos y siendo esta bendita advocación de Misericordia, pensé que nada más natural que recorrer de su mano el camino que nuestra Iglesia nos ha fijado, y que aprendimos de niños en el Catecismo, de las obras de misericordia. Examinarnos en misericordia como Cofradía, teniendo como modelo a nuestra Madre.
Siempre he echado de menos en este, por otra parte maravilloso, movimiento cristiano que son las hermandades, una mayor dedicación a las actividades de asistencia social a los desfavorecidos. La primera de esas obras de Misericordia que aprendimos de niños manda a los cristianos dar de comer al hambriento. Y en estos tiempos que corren, suena de especial necesidad ese mandato. ¿A cuantas familias en estos 25 años se ha auxiliado en sus necesidades? Resulta a veces irónica aquella recomendación que se nos hizo, de dedicar al menos el 10 por ciento del presupuesto anual para obras de caridad. Metámonos la mano en el pecho y pensemos si trabajaríamos con la misma ilusión, con el mismo empeño en esos días intensos, agotadores y llenos de alegría fraternal de tantas ferias y cruces, si en lugar de tener como meta la adquisición de unos faroles, de un techo de palio, hubiera de dedicarse todo ese esfuerzo a atender por encima de ello las necesidades primarias de los cristos que día a día conviven en nuestras calles. Es muy probable que el entusiasmo se viera notablemente disminuido.
En segundo lugar nos encontramos el mandato “dar de beber al sediento”. ¿Hacemos como la samaritana en Sicar, junto al pozo de Jacob, cuando alguno de esos cristos vivos se dirige a nosotros?
Vestir al desnudo. No se trata quizás de entregar media capa de la que poseemos para dar abrigo al necesitado de ella en estos tiempos, pero tal vez podríamos hacer más acogiendo a tantos desnudos de Amor como nos cruzamos a diario en nuestras calles.
La siguiente obra de misericordia tiene una especial importancia para quien os habla y para esta Hermandad. Nos invita a visitar a los enfermos. Algunos de los hermanos más antiguos que me escucháis sabréis, aún sin mencionar su nombre, a quien me voy a referir seguidamente. Hubo hace algunos años un acontecimiento triste. Un hermano del Perdón se vio dolorosamente abatido por el dolor y la postración. En aquellos momentos, muy escasos hermanos acompañaron al mismo en su penosa situación. Y he de confesaros que aquella actitud de mi querida Hermandad me desilusionó tan grandemente, que me hizo alejar de toda actividad en la Cofradía. Resulta difícil entender como llamándonos hermanos, cuando mas se necesita sentir la presencia de los tuyos, se encuentra la indiferencia y la soledad.
Siguiendo con el repaso a las obras de misericordia, nos encontramos con una muy afín al Titulo principal de nuestra Cofradía. Asistir al preso. Podría tener en este camino la Hermandad una dedicación especial, un proyecto de asistencia social íntimamente unido a su Jesús preso. Por ello quiero daros a los que actualmente tenéis la responsabilidad de guiarla, esta idea de actuación. No en vano, desde la fundación, se quiso inscribir en el escudo de la Cofradía la Cruz trinitaria, feliz recuerdo de aquel carisma por el cual los hermanos trinitarios se ofrecían como canje por los cautivos.
Dar posada al caminante. Son tantos en estos tiempos los peregrinos. No caminan hacia marismas ni basílicas, sino a una tierra extraña y casi siempre hostil. No les esperan a su llegada sevillanas ni banquetes, sino marginación y desarraigo. Y en esto, ¿que podemos hacer? Se me ocurre que a tiro de piedra de donde nos encontramos existe desde hace años un lugar de acogida de peregrinos, y se podría ofrecer colaboración estrecha con ellos.
La última de las obras de misericordia materiales tal vez ya no tiene vigencia práctica en nuestros tiempos, pero sin embargo me retrae a las raíces mismas de la Hermandad. Enterrar a los muertos fue la tarea primordial de la primitiva Hermandad de Jesús Preso, antecesora de nuestra Cofradía.
Terminada ya la relación de las obras de misericordia materiales, quisiera esbozar una glosa sobre las llamadas espirituales.
La primera de ellas es enseñar al que no sabe. Y de nuevo me pregunto ¿Qué puede hacer mi Hermandad en este campo? Las reuniones de formación cristiana, a las que de los varios cientos de hermanos, asisten, ¿Cuántos? ¿No será labor de todos fomentar el interés por crecer en el conocimiento de la religión a la que decimos pertenecer?
Dar buen consejo al que lo necesita. ¿Nos preocupamos de los problemas de nuestros hermanos, o más bien volvemos la cara con indiferencia?
Perdonar las injurias. Este apartado debería ser el centro de la actuación de los hermanos del Perdón ¿No creéis? El devenir de la vida cofrade esta dolorosamente plagado de rencillas, rencores, enfrentamientos personales, guerrillas sin sentido entre corrillos, que nos apartan del mandato de Jesús: “Sed uno como mi Padre y yo somos Uno”. ¿Os dais cuenta la importancia de la formación, de volver la vista una y otra vez al Evangelio?
Continuamos este recorrido por las obras de misericordia. Consolar al afligido. Hemos de ser refugio de los hermanos, hombro amigo, cobijo amable, palabra de apoyo, abrazo de hermano.
La siguiente es consustancial a nuestra principal advocación. Tolerar los defectos del prójimo. Es decir, perdonar a nuestro hermano. Cada uno de nosotros debería tener grabada en su mente y en su corazón estas seis letras PERDON y ponerlo en práctica en la relación cotidiana pero especialmente entre los que nos llamamos hermanos.
Queridos hermanos, con ser todas estas obras de misericordia una hermosa plasmación de actuaciones cristianas, todas ellas se podrían resumir en una. El ejercicio de la caridad. Pero ¿Qué es la caridad? Nuestro Santo Padre Benedicto nos lo ha dicho. Deus est caritas. Dios es caridad o lo que es igual, Dios es Amor. De tal modo que ejerciendo la Caridad no hacemos otra cosa que imitar a Nuestro Señor, seguir su único Mandamiento, amarnos como Él nos ama.
Pero estoy seguro que estaréis pensando: hemos venido aquí a escuchar el Pregón de las Glorias de María Santísima de la Misericordia y hasta el momento nuestra queridísima Madre parece haber estado ausente. No hay tal, porque cada una de las obras que hemos repasado fue norte y guía de Nuestra Señora en su paso por la tierra, y sigue siéndolo eternamente en su acción mediadora con nosotros, sus hijos. Aunque no os sigáis preocupando, porque ahora sale de mi corazón mariano el deseo de engalanar con mis pobres margaritas hechas palabras a la Imagen de María que preside mi dormitorio, aquella que hace mas de veinte años quisimos llamarla Madre de la Misericordia, Dulzura del Martes Santo

En Sevilla te forjaron
sin adivinar siquiera
que esa cara de marfil
nacía ya motrileña.
Llegaste a tu ciudad
colmándonos de ilusiones
la palidez de tu rostro
llenó nuestros corazones.
Y te acogimos aquí
en esta Iglesia del Carmen
con humildad y sencillez
como se acoge a una Madre.
Al venir solo sabíamos
que te llamabas María,
Santísima por deseo
de Aquel que tú llevarías.
Una hermana apuntó
la devoción que tendrías,
Misericordia es el nombre
por el que te conocerían.

Porque ese nombre esta unido
a tu Hijo del Carmelo
Misericordia y Perdón
unidos nos dan consuelo.
Mi Misericordia tiene
mejillas de terciopelo,
azúcar en su mirada
amor derraman sus dedos.
Cuando por Santiago iba,
¡Ay que tiempos aquellos!
meciéndose dulcemente
con los acordes tan bellos
de Amargura por las calles
de su barrio tan señero,
las puertas de par en par
esperando a Jesús Preso.
Y aunque de la Mayor
ahora sales muy hermosa
nunca podré olvidar,
esa y otras muchas cosas,
aquellos Martes de Angustias,
al pasar por estas calles
de casas bien encaladas,
para recibir en ellas
la visita de su Madre.
Y es que eres, Madre mía,
Flor entre todas las flores,
azucena pura y limpia,
geraneo de sus balcones.
Dulzura del Martes Santo
que a todos nos aprisiona
con tu carita de Virgen
y mejillas de amapola.
Misericordia derramas
en tus manos de Pastora,
que nos inunda el alma
al ver tu cara, Señora.
Esa cara que le brotan
perlas en sus mejillas,
puros diamantes de amor
del corazón que más brilla.
Y es que no es posible hallar
por mas que busques en vano
una Madre tan preciosa
entre las gentes del barrio.
Una Madre que a su Hijo
contempla en su condena,
herido su corazón
con puñales de gran pena.
Infamia le causaron
a tu Hijo en el Carmelo
atando con mano impía
a tu Divino Cordero.
Misericordia no llores,
carita de nácar puro,
que tus lágrimas de hoy,
en este trance tan duro,
se tornaran alegrías,
Hosannas y exclamaciones
cuando Jesús resucite
poniendo en los corazones
blancos lirios de alegría
para que tu corazón no sufra
Bendita Madre María.
Y tus hijos de este barrio,
unidos en la Hermandad,
cada Martes con su Madre
escuchan con humildad
las angelicales voces
de tus hijas más queridas,
consagradas a Jesús,
Nazarenas de clausura.
Misericordia le piden
a Jesús, nuestro Maestro,
Aquel al que tú pariste
Aquel al que hicimos Preso,
y sin embargo tus manos
regalan Misericordia
a estos hijos que a tu Hijo
cobardemente han prendido.
Madre de Misericordia,
Señora de este Carmelo
bendice siempre a tu barrio
dale tu gran consuelo.
Y si mi amor te olvidare,
que nada en eso merezco,
Tú no te olvides de mí,
Madre de Jesús Preso.
He dicho.

Motril, Templo del Carmen 14 de Marzo de 2009


viernes, 20 de febrero de 2009

CRONICAS DEL PERDON I

Fue en las Explanadas. Al lado del kiosco de las papillas (las mejores papillas del mundo), donde me abordó Paco Martos, para contarme que Pepe Díaz, el de la Librería el Faro, José Luis Escribano y Cecilio Arcas, le habían propuesto unirse al proyecto de fundar una nueva cofradía que saliera el Martes Santo y que igualmente le encargaron hablar conmigo con el mismo fin. Yo siempre había sido de la Cofradía de mi barrio, de la Soledad, y costalero de la Virgen de los Dolores, la primera que dejó atrás las ruedas y los costaleros de pago, pero aquello era nuevo para mí. Formar parte de una Junta en una Cofradía aun por parir. Mucha tela. Pero acepté. Recluté personalmente a varios de los componentes de aquella primera Junta. Con Jose Castillo hablaba cada noche por la emisora de radioaficionados (aún no existía el Internet) y se unió a la causa con todo entusiasmo. A Manolo Jiménez (el agrario) también le conté el proyecto a través de las ondas y no tardo en decir que si. De esta manera tan sencilla nos reunimos un grupo de poco más de una docena de personas el 14 de Octubre de 1984 para iniciar lo que aún no sabíamos que iba a ser una Hermandad señera en la Semana Santa de Motril. Salvo mi queridísimo e inolvidable Pepe Díaz, que había formado parte de la Cofradía del Nazareno, todos los demás éramos novatos en la organización y mucho más, en la fundación de una Cofradía.
Pero la juventud supongo es muy atrevida y nos lanzamos a la arena. Y lo mas gracioso, habíamos creado una Cofradía sin Santo. Si como lo cuento, a cuatro meses de querer salir a la calle no teníamos Imagen para procesionar. Así las cosas la cuestión era encontrar una Imagen digna para poder salir a la calle a meses vista. Reuniones informales en el despacho de José Luis, llamando a uno y otro lugar, visitando templos, y cada vez con menos tiempo para abril. La primera gestión la hicieron Pepe Díaz, Cecilio, José Luis y Paco Martos. Una tarde se fueron a Lujar, donde les habían contado que existía una imagen de un Nazareno con la Cruz a cuestas. Tras un viaje “acongojante”, porque las curvas del conjuro son traicioneras, volvieron acongojados a Motril: la Imagen de Lújar era de escayola, una Imagen pequeña que no reunía física ni estéticamente las condiciones para ser procesionada. Así que vuelta al problema. Y fue Pepe Díaz quien, por edad y por experiencia cofrade, tuvo la feliz idea de ponerse en contacto con el entonces hermano Mayor de la Hermandad de Jesús Preso, Manuel Mota. En aquel entonces creíamos que la Imagen del preso de Sánchez Mesa era propiedad de esa Hermandad, cosa que tiempo después resultó no ser así, ya que figura en el inventario de la Iglesia Mayor, como propiedad de la misma. Pues bien, después de grandes reticencias por parte de la Hermandad de Jesús Preso y con la mediación diplomática del entonces Párroco de la Encarnación, la antigua hermandad del Preso accedió a ceder la Imagen para procesionarla el Martes Santo, todo ello con una serie de condiciones en cuanto a la seguridad, traslado y devolución de la Sagrada Imagen al Templo de la Plaza de España. Bueno, ya teníamos Imagen, y ahora ¿Qué hacemos? Faltaban todos los enseres, y el trono, los hábitos, desde la Cruz de Guía hasta el último capuchón. Pero eso se queda para el siguiente capitulo